La RIPPM es una organización que somete su actuación a los más estrictos estándares éticos y normativos.
Por ello, los programas posconsumo de medicamentos que forman parte de la red se regirán por los principios y normas de conducta recogidos en el presente Código, como una base firme para garantizar un comportamiento ético y transparente en todas sus actuaciones. Los destinatarios del mismo deberán mantener la mayor objetividad, independencia y conocimiento en la toma de decisiones, actuando siempre con buena fe y en cumplimiento de la ley.
De esta forma, la aceptación de los principios que conforman el código de conducta supone un compromiso con los valores de honestidad, responsabilidad y transparencia, que permitirá que las actividades de la red contribuyan a la conservación del medio ambiente y al bienestar de la sociedad.